Hambre de castigo
La seguridad ciudadana no se resuelve con más represión
“Ojo por ojo, diente por diente” es lo que se desprende con más renombre del Código de Hammurabi. En 1764, un italiano adelantado a su época se cuestionó lo inhumano de desmembrar en pedazos a un hombre. Cesare Beccaria se opuso a la pena de muerte. “El hombre es el lobo del hombre”. Muchos se mofan por las redes sociales de las condiciones paupérrimas e insalubres de los privados de libertad, esperanzados de que sean violados, o quizá sugiriendo la instauración de la cadena perpetua o de la pena de muerte.
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Fuente : La Nación